Había escuchado mucho con respecto al directo del colectivo Nortec en general, y mis expectativas quedaron cubiertas y quizá superadas. Yo no se bien a quien fui a ver, porque no sé que onda con los 235213 nombres de Nortec. Hasta donde me sé la historia, en el colectivo original están Bostich, Fussible, Panóptica y Clorofila, pero decidieron mostrar proyectos separados (con el mismo sello característico) y los primeros dos sacaron un disco con un cochecito rojo en la portada y ayer según muchos tocaron quienes se llamaban Tijuana Sound Machine pero según yo ese es el nombre del disco y según yo el acto de ayer se llamaba Nortec Collective presents: Bostich + Fussible, pero todo me confunde y pensándolo bien las últimas tres líneas carecen de importancia y ya voy a cambiar de tema.
La clausura del Festival de México incluyó dos actos, el primero fue Bomba Estéreo pero no llegué mas que a la última canción, que se escuchaba bastante sabrosita. Nortec salió al rededor de las 7:30, cuando las calles aledañas al monumento estaban a reventar, e inmediatamente sonaron varios éxitos tales como “Brown Bike”, “Norteña del sur” y “The Clap”. Debo hacer énfasis en el apoyo visual del colectivo, que es bastante bueno. Cada canción tiene su animación cargada de referencias kitsch tales como camiones norteños, bandas norteñas, mujeres norteñas, tiendas norteñas y demás.
Como buenos fans de la música electrónica que son, rindieron su respectivo homenaje a Kraftwerk y también les gustan otros géneros, y para mostrarlo rindieron otro pequeño homenaje al Yellow Submarine.
Una de las más festejadas fue ‘Tijuana Sound Machine’, que hasta tuvo que ser repetida un par de veces. Por mi parte quedé enamorado del Tenori-on (ver un par de imagenes más arriba); sus lucecitas son simplemente idiotizantes.
Algún payaso muy sabio dijo que las mejores vacaciones que uno puede tener son en Tijuana. Los oriundos de ese lugar traían una banda con acordeón, trompeta y demás instrumentos típicos; un punto muy a su favor, pues transmiten de una manera muy especial la vibra del lugar que los vio nacer. Aún con el detalle de que a la mitad del concierto el sonido mutó a un puñado de beats electrónicos, el típico sonido Nortec regresó al final para dejarnos muy enfiestados y con un gran sabor a cervezas, alacranes y tambora.
Todas las fotos son vía Tono.tv
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